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Asma ocupacional: una amenaza silenciosa en el entorno laboral

Generalmente se percibe el asma como una condición individual, independiente del contexto profesional. Sin embargo, aproximadamente el 15% de los casos de asma en adultos están estrechamente vinculados con el entorno laboral. Es esencial entender la dinámica, los riesgos y las medidas preventivas asociadas con el asma ocupacional.

Tiempo de lectura estimado : 3 minutos

El asma es una enfermedad crónica de las vías respiratorias que se caracteriza por una inflamación y un estrechamiento de los bronquios. Esta condición provoca una disminución del flujo de aire, lo que puede dificultar la respiración.

Las dos caras del asma ocupacional

El asma ocupacional presenta dos formas distintas que merecen nuestra atención:

  • Asma inmunológica: esta es la forma más común, marcada por un período de latencia que se extiende desde el momento de la primera exposición al alérgeno hasta la aparición de los síntomas. Este período permite que el sistema inmunitario se vuelva sensible al agente causal.
  • Asma no inmunológica (síndrome de Brooks o Reactive Airways Dysfunction Syndrome (RADS)): Ocurre tras una exposición accidental masiva a una sustancia irritante, sin requerir un período de latencia.

Profesiones en la zona roja

Es particularmente preocupante que seis industrias sean responsables de casi la mitad de los casos de asma ocupacional:

  • Panaderos y pasteleros: expuestos a alérgenos como harinas y enzimas.
  • Profesiones de la Salud: Sensibles al látex, formaldehído y desinfectantes.
  • Peluqueros: Expuestos a químicos para el cuidado del cabello y al látex.
  • Pintores en la Industria Automovilística: En contacto con isocianatos.
  • Trabajadores de la Madera: Expuestos a polvo de madera, pegamentos y barnices.
  • Profesiones de Limpieza: Expuestos a productos químicos de limpieza y al látex.

Pasos para el diagnóstico

Un diagnóstico preciso es crucial para el tratamiento y la gestión del asma ocupacional. Los indicadores de diagnóstico incluyen:

  • Antecedentes de alergias o exposiciones químicas.
  • Un patrón de síntomas relacionados con el ciclo de trabajo.
  • Pruebas clínicas que incluyen pruebas de función respiratoria (PFR), pruebas cutáneas y ensayos de IgE específicos.

Gestión y prevención

La retirada del agente causal es idealmente el primer paso en el tratamiento. Sin embargo, esto no siempre es factible, especialmente en pequeñas y medianas empresas donde a menudo es necesario reubicar el puesto de trabajo. En algunos casos, la reorientación profesional es inevitable.

Aspectos legales y compensación

El reconocimiento del asma como una enfermedad ocupacional allana el camino para la compensación. Existen varios esquemas de protección social, incluida la tabla No. 66 para el régimen general y las tablas No. 36 y No. 45 para el sector agrícola, por nombrar algunos.

En conclusión :

El asma ocupacional es una condición médica seria que requiere atención especial, tanto para su diagnóstico como para su gestión. Los profesionales de la salud deben identificar estos casos y ofrecer soluciones de tratamiento adecuadas. Los trabajadores, especialmente aquellos en profesiones de riesgo, deben estar conscientes de los peligros para tomar las medidas preventivas necesarias.

Philippe Casanova

Médico especialista en medicina del trabajo y medicina forense.

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