A través de esta visión general, queda claro que el médico acreditado es una figura central en la medicina de control dentro de la función pública. Su papel, aunque específico, es esencial para los funcionarios y los agentes contractuales, garantizando el buen funcionamiento de la administración.
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En esencia, el médico acreditado actúa como médico asesor, como se encuentra en la caja de seguridad social, pero para funcionarios. Es, por naturaleza, el pilar médico de confianza de la administración.
El proceso de selección: la acreditación por excelencia
El camino hacia la acreditación de un médico en la función pública es riguroso y bien definido. A propuesta del director general de la Agencia Regional de Salud, el prefecto, después de considerar la opinión informada del Consejo Departamental del Colegio de Médicos y los sindicatos médicos departamentales, establece una lista de médicos acreditados. Los médicos seleccionados lo son, ya sea por su propia solicitud o con su acuerdo, por un período de tres años, con posibilidad de renovación.
Flexibilidad y adaptabilidad
Es importante destacar que la administración puede, en algunos casos, prescindir de la intervención de un médico acreditado si el interesado proporciona un certificado médico de un especialista vinculado a un centro hospitalario regional o universitario.
Un alcance internacional
Los funcionarios en el extranjero no se quedan atrás. Los jefes de misiones diplomáticas y consulares tienen la facultad de acreditar médicos en el país donde residen. Una imparcialidad inquebrantable La ética médica está en el corazón de la acción del médico acreditado: este último debe abstenerse cuando se enfrenta a funcionarios o candidatos a empleos públicos que ya ha seguido como médico tratante.
El Consejo Médico: una estrecha colaboración
El consejo médico, además de tener médicos acreditados entre sus miembros, también puede solicitar su experiencia. Pueden, en su caso, participar en las reuniones del consejo, pero su voz es puramente consultiva.
Criterios de salud distintivos
Algunos puestos en la función pública requieren condiciones de salud específicas debido a los riesgos que conllevan, como los policías. En tales casos, el médico acreditado interviene para evaluar la aptitud del agente. En caso de disputa, se solicita un consejo médico.
Tiempo parcial terapéutico
El proceso de tiempo parcial terapéutico también está bajo la supervisión del médico acreditado. Cuando el funcionario solicita una extensión de este modo de trabajo, el médico acreditado realiza rápidamente un examen para evaluar su relevancia.
Licencias por enfermedad y extensión de actividad
Las licencias por enfermedad, que se otorgan en caso de incapacidad laboral debido a una enfermedad, pueden ser sometidas a control por el médico acreditado. Su papel también es crucial para los funcionarios que desean una extensión de la actividad.
Licencia por incapacidad temporal atribuible al servicio (CITIS)
Es en este área donde la intervención del médico acreditado es más delicada. Cuando un agente solicita un CITIS, el médico acreditado puede ser solicitado para evaluar la justificación de esta solicitud, especialmente si las circunstancias que rodean la incapacidad son complejas.
Reconocimiento de enfermedades profesionales
Para los agentes contractuales, el médico acreditado juega un papel crucial al establecer un informe para el Comité Regional de Reconocimiento de Enfermedades Profesionales (CRRMP), especialmente cuando la enfermedad profesional no cumple con los criterios establecidos.
En conclusión:
A través de esta visión general, queda claro que el médico acreditado es una figura central en la medicina de control dentro de la función pública. Su papel, aunque específico, es esencial para los funcionarios y los agentes contractuales, garantizando el buen funcionamiento de la administración.